Los Perritos Bandidos
La protección de los animales de la Ley Sarmiento a la Ley Perón
Lejos de ser un fenómeno de las clases acomodadas, la protección de los animales atraviesa clases, ideologías y géneros. Los Perritos Bandidos (así llamaban a los caniches de Perón) rastrea en el siglo XIX los orígenes de las instituciones protectoras –cuyo accionar no solo afectó a los animales sino que terminó por influenciar a toda la sociedad– y recorre sus historias hasta el año 2000.
La protección de los animales de la Ley Sarmiento a la Ley Perón
Lejos de ser un fenómeno de las clases acomodadas, la protección de los animales atraviesa clases, ideologías y géneros. Los Perritos Bandidos (así llamaban a los caniches de Perón) rastrea en el siglo XIX los orígenes de las instituciones protectoras –cuyo accionar no solo afectó a los animales sino que terminó por influenciar a toda la sociedad– y recorre sus historias hasta el año 2000.
Con documentación
en algunos casos inédita, esta investigación descubre la pluralidad de actores
que animó ese movimiento: Carlos Guido Spano, Domingo Faustino Sarmiento,
Bartolomé Mitre, Dardo Rocha, Mary O. Graham, Ovidio Lagos, Ignacio Albarracín,
Carlos Meyer Pellegrini, Carlos Delcasse, Roberto Marcelino Ortiz, José Pérez
Mendoza, Rosa de Pierángeli, Juan Domingo Perón, Cátulo Castillo y muchos más
que han dejado una huella aunque sus nombres sean hoy poco conocidos. También
convoca a escritores, como José A. Wilde, Roberto Arlt, Clemente Onelli,
Ezequiel Martínez Estrada, Osvaldo Soriano, Ernesto Sábato, que en cada época
registraron la crueldad y la explotación sufrida por los animales.
Pero tal como lo
revelan los modos antagónicos y frecuentemente irreconciliables con que cada
institución pensó y modeló sus prácticas, el devenir de este movimiento no ha
sido lineal. Por ello, a la par de protagonistas tan relevantes como los
presidentes Sarmiento y Perón –que en materia de protección a los animales integraron
el mismo equipo– el proteccionismo también prohijó a quienes, bajo el pretexto
de la piedad, donaron al Estado cámaras de gas para matar animales.
Los caballos, la
temible perrera, las fiestas crueles, la experimentación, el tiro al pichón, las
riñas de gallos, los zoológicos, los circos, los gatos del Botánico, las leyes,
la educación, las presiones corporativas contra los hospitales públicos, nada
es ajeno a las pasiones de los proteccionistas que, a diferencia de otros
militantes, actúan sin que ello les reporte ningún rédito personal. Un libro
para conocer la cultura argentina y para quien ama a los animales.